¿Un olivo en maceta? Te explicamos cómo se hace

¿Un olivo en maceta? Te explicamos cómo se hace

El olivo es un símbolo de nuestra cultura mediterránea y un paisaje digno de admirar. Tanto es así, que el mar de olivos español es candidato al Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

No es de extrañar que tener un olivo en maceta, en el salón de nuestra casa o en el jardín, sea uno de los deseos de cualquier persona que quiera reflejar sus raíces en la decoración de su hogar.

Más allá de lo que se piensa, plantar un olivo en una maceta (y cuidarlo) es muy fácil y aquí te explicamos cómo hacerlo.

Cómo plantar un olivo en una maceta

Aunque el olivo (Olea europeae) que vemos en el campo es de grandes dimensiones, existen variedades que son criadas para espacios pequeños y que no generan frutos. Estos olivos son los que utilizamos como elemento ornamental para nuestra casa.

Para comenzar con la plantación del olivo, debemos rellenar la maceta con tierra y/o piedras pequeñas, ya que el olivo necesita de un suelo rocoso para mantenerse saludable. Igualmente, es indispensable que la maceta cuente con espacio suficiente para drenar el exceso de agua.

Normalmente, el olivo es un árbol que se adapta a cualquier entorno y se mantiene en buenas condiciones en (casi) cualquier clima. Sin embargo, si vives en una zona con un clima extremadamente frío, te aconsejamos no plantar un olivo en maceta, ya que estos árboles no resisten muy bien los climas fríos.

Lo adecuado es cultivar el olivo en maceta en épocas donde haga un poco de calor, como en primavera, para evitar así su resequedad.

Sustrato a utilizar

El sustrato es el material que vamos a utilizar como base de nuestro olivo en maceta; este es indispensable para su desarrollo y, por eso, es tan importante.

El olivo requiere de un suelo con textura rocosa para poder vivir, por lo que es recomendable emplear tierra exclusiva para macetas y mezclarla con piedras. Gracias a esta combinación de piedras y tierra, la tierra quedará nutrida y será más fácil que la superficie quede más seca. Así, el olivo crecerá de forma eficiente.

Incluir piedras y mantener un suelo medianamente seco ayudará a drenar el exceso de agua, punto indispensable para que el olivo en maceta se mantenga saludable. Si, además, añadimos grava gruesa o guijarros en la base de la maceta, nos ayudará a que la tierra no se salga por los agujeros de drenaje, manteniendo, además, la humedad alejada de las raíces.

El olivo no es un árbol exigente en cuanto a la composición del suelo ni sus nutrientes, ya que están acostumbrados a vivir en zonas relativamente áridas. El único punto importante en este aspecto es intentar que el olivo en maceta mejore su drenaje. Para ello, se puede utilizar fibra de coco y darle una textura ligera y más seca al sustrato y/o aportar humos de lombriz para crear una mezcla más rica.

 

¿Quieres saber más sobre el olivo?

 

Cuidados que requiere

Aunque el olivo no requiera de muchos cuidados diarios, no debemos dejar de cuidarlo.

Evita el frío

Como hemos dicho, el olivo no aguanta bien los climas fríos. Lo mejor es mantenerlo en una ventana donde dé el sol o en una zona del jardín que reciba directamente el calor durante, al menos, seis horas al día. Durante el invierno, es recomendable mantenerlo dentro de casa, cerca de la calefacción o bajo luces artificiales para mantener una temperatura ambiente equilibrada.

Elige una maceta adecuada

El material del recipiente del olivo puede representar el éxito o el fracaso de nuestra planta. Es preferible utilizar macetas de arcilla para favorecer el buen drenaje, ya que este material permite una adecuada transpiración. Elegir macetas de plástico significa retener más agua, pudiendo llegar a ahogar al olivo.

Riego

No es necesario regar el olivo en maceta regularmente. Solo será necesario regarlo cuando el nivel de agua se encuentre bajo, normalmente, a unos tres o cuatro centímetros de la superficie. No regarlo constantemente ayuda a que el olivo no se sature, drene más eficientemente y, por tanto, crezca mucho más rápido. Si el olivo en maceta que tenemos es joven, podemos regarlo más frecuentemente, pero de forma moderada. Consiste en darle fuerza a través de la humedad, pero sin llegar a encharcarlo.

Abono

Como no es una planta exigente en cuanto a nutrientes, tampoco lo es en cuanto a fertilizaciones periódicas, especialmente, si se trata de un olivo ornamental. Con un abono al año es más que suficiente, siempre al inicio de la primavera.

Poda

Al no tener que preocuparnos de la producción del olivo, la poda resulta muy sencilla. Durante las tres primeras temporadas del árbol, bastará con mantener los brotes a una altura de entre 80 cm. y un metro. Hasta los seis años, se aplican podas de formación para dejar unas tres ramas principales y que crezca con una buena estructura. A partir de los seis años, es necesario una poda de mantenimiento anual, en la que se eliminan las ramas y hojas en mal estado, aquellas que crezcan hacia el interior o que entorpezcan a otras. La poda siempre se realiza entre el otoño y el invierno.

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